lunes, 23 de diciembre de 2013

Lastimosa cantinela

   Hacer planes a largo plazo se está convirtiendo en un inaguantable ejercicio de masoquismo. Problemas familiares surgen un día sí y al otro también, y cuando parece haber escampado, regresan una vez más, sumiéndome en la frustración. Así no hay quien se atreva a proyectar nada, y el desánimo arrincona poco a poco a la ilusión. Irati Xtrem, Pax Avant, Larra-Larrau, otrora objetivos estelares de mi calendario, se desdibujan en una neblina de dudas, temores e incertidumbres.

   A nadie le interesan estas lamentaciones personales, bien lo sé; pero es lo que hay. Este es un blog de consumo propio, y no estoy dispuesto a renunciar a mi derecho a la autocompasión en aras de unos lectores que, en todo caso, son más bien escasos. Dicho lo cual, seguiré regodeándome en mi desgracia, arrastrando mi tristeza como un Yosi o un Enrique Urquijo de pacotilla.
Las letras del añorado Enrique (Los Secretos) y el renqueante
Yosi (Los Suaves) --arriba--hunden la moral . (Elemaki)

   En este estado de cosas, el fantasma de la desmotivación empieza a manifestarse. Trepar al rodillo o sacar la BH de su prolongado retiro se hace más difícil, mientras cada vez resulta más sencillo hacerse trampas a uno mismo. La conciencia globera baja el nivel de alerta, y uno ya no se siente tan culpable cuando se salta un entrenamiento para hundirse en las profundidades de la apatía. «Total, por un día más o un día menos». «No pasa nada; la semana que viene se entrena más y ya ya está». Engañarse es fácil si uno quiere. Ante la ausencia de retos, sin señuelos ni artificios, el barniz de esforzado cicloturista se resquebraja, y la natural vagancia que habita en uno pugna por salir a la superficie.

EL PAPA Y LOS DESCREÍDOS

   ¿Qué hacer, pues, para no sucumbir al demonio de la desidia? ¿A qué aferrarse para seguir adelante en la cotidiana pugna contra la pereza? Confiar en que las cosas mejoren y en que, finalmente, pueda acudir a alguna marcha cicloturista decente, es una opción. Pero a estas alturas, los ánimos no están para muchos ejercicios de fe, pese a los encomiables esfuerzos del Papa Francisco por recuperar la esperanza de los descreídos.

El desesperado pop de Los Secretos es perfecto para regodearse
en la desgracia propia a golpe de vodka y/o cerveza.
MALDITA SEA MI SUERTE

   Por lo tanto, lo más razonable parece ser buscarse otros objetivos más flexibles, sin fechas fijas que me aten a compromisos que, probablemente, no podré cumplir. Más que nada, para evitar  frustraciones innecesarias y, de paso, ahorrar unos eurillos en inscripciones que puede que no me lleven a ninguna parte. Superar mi humilde récord de desnivel acumulado en una jornada, enfrentarme al demencial reto de subir el Angliru por sus dos vertientes consecutivamente, vengarme de mi fracasada tentativa contra el Collado Pelea, hacer un stage como es debido en el Pirineo Vasco francés... No sé, planes que pueda llevar a cabo con un cierto margen de maniobra temporal, que me permita sortear los eventuales percances que   --maldita sea mi suerte-- me persiguen de un tiempo a esta parte.

   Pero basta de gimoteos y de penosos plagios a Los Suaves y a Los Secretos, que ya va siendo hora de recuperar la dignidad. Acabemos con esta lastimosa cantinela, y dejemos las desgraciadas historias de Yosi y Enrique para esas deliciosas veladas de melancolía etílica que arrasan nuestros sueños y nos dejan sin ilusión.

2 comentarios :

Samuel Porcel Dieste dijo...

Hombre pues hacer un stage en el Pirineo vasco-francés bien vale una misa. Y más teniendo en cuenta los fondos que habrá ahorrado con la no inscripción de las marchas citadas, ¡hasta le dará para un hotel y comidas de restaurante!.
Un saludo y que se mejore la cosa en el nuevo año.

A.M.Y.P. dijo...

Sí, hace tiempo que vengo aplazando una aventurilla por esa zona, para conocer el artzamendi y otros colosos altimétricos no muy conocidos. Pero de hoteles y restaurantes... Nada de nada. Albergue, camping y comida recalentada en el hornillo. Gracias por sus ánimos, esperemos que mejore el panorama, sí. Un saludo y buen año a ud. También.